sábado, 12 de abril de 2014

Informe sobre Las externalidades (Economía)

¿Qué son las externalidades?
Las externalidades se definen como decisiones de consumo, producción e inversión que toman los individuos, los hogares y las empresas y que afectan a terceros que no participan directamente en esas transacciones. A veces, esos efectos indirectos son minúsculos. Pero cuando son grandes, pueden resultar problemáticos; eso es lo que los economistas denominan “externalidades”. Las externalidades son una de las principales razones que llevan a los gobiernos a intervenir en la economía.
Cuando hay externalidades se producen efectos indirectos que repercuten en las oportunidades de consumo y producción de terceros, pero el precio del producto no refleja esas externalidades. Por ende, las rentabilidades y los costes privados son diferentes de los que asume la sociedad en su conjunto.

Soluciones privadas: No siempre es necesaria la intervención del Estado para resolver el problema. En algunas circunstancias los particulares pueden buscar soluciones privadas. Por ejemplo,  existen diversas normas o reglamentos que tienen por objeto que las personas no tiren basura en la calle, pero estas no se cumplen y tampoco se aplican rigurosamente. El problema puede ser resuelto por las personas, porque tirar basura es algo que está mal  y la regla de oro nos dice “no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”. Esta regla nos dice que debemos tener en cuenta las consecuencias de nuestros actos para otras personas. En términos económicos, nos dice que debemos internalizar las externalidades.

Otra solución privada para resolver las externalidades son las instituciones benéficas, muchas de las cuales se crean para resolver las externalidades. Por ejemplo, las asociaciones cuyo objetivo es proteger el medio ambiente son organizaciones sin fines de lucro financiadas con donaciones privadas. En el ámbito internacional tenemos el ejemplo de la ONG Green Peace (Paz Verde).


Intervenciones del Estado frente a las externalidades

Regulación: La respuesta más rigurosa que puede dar el Estado al problema de la externalidad es declararla legal. Por ejemplo, puede definir el nivel permisible de contaminación y sancionar a las empresas que lo traspasen. Los autores consideran que existen opciones mejores que las estrictas normas del todo o nada que implica la regulación. El aire puede estar más limpio o más sucio, y aunque existan unos límites a partir de los cuales el aire es irrespirable, cabe hacer un análisis marginal, buscando cuál sería el coste adicional de respirar el aire algo más limpio que el límite permitido,
y compararlo con el beneficio adicional tratando de buscar el nivel eficiente de contaminación; la regulación no permite buscar el nivel eficiente.
La regulación exige mucha intervención del Estado, primero averiguando cuál es el nivel en el que las emisiones son peligrosas, en segundo lugar fijando unas normas y reglamentos, que en la práctica suelen ser uniformes, ordenando que todo el mundo reduzca el mismo grado de contaminación sin tener en cuenta las diferencias entre los costes de tener que eliminarla, y en tercer lugar controlando su cumplimiento, para lo cual hay que crear la inspección adecuada que lo vigile.

Impuestos: Los economistas neoclásicos reconocieron que las ineficiencias asociadas a las externalidades constituyen una forma de “falla de mercado”. Desde una perspectiva de bienestar general, la decisión privada basada en el mercado no produce resultados eficientes. Estos economistas recomendaron la intervención del gobierno para corregir los efectos de las externalidades. En una onra muy conocida, el economista británico Arthur Pigou sugirió en 1920 que los gobiernos sometieran a los contaminadores a un impuesto que compensara el perjuicio causado a terceros.
Ese impuesto produciría el resultado de mercado que habría ocurrido si los contaminadores hubieran internalizado debidamente todos los costes. Siguiendo la misma lógica, los gobiernos deberían subsidiar a quienes generan externalidades positivas, en la misma proporción en que otros se benefician.

Subvenciones: También, el Estado puede conceder subvenciones a las empresas, por ejemplo mediante deducciones fiscales por la compra de equipos descontaminantes. Las empresas prefieren las subvenciones a los impuestos, porque así no tienen que disminuir la producción.

Creación de un mercado de permiso comercializado: Este sistema consiste en que el Estado vende permisos o derechos comercializables, que autorizan a emitir una determinada cantidad de contaminación. El Estado sólo vende la cantidad de permisos que permitan no sobrepasar un determinado nivel de contaminación (que puede ser el mismo que fijaría con un sistema de regulación). Los permisos pueden ser vendidos por las empresas. Por ejemplo, si una reduce mucho su contaminación puede vender su permiso a otra que necesite producir más y, por tanto, contaminar más.
Si el Estado desea reducir la contaminación con el paso del tiempo, puede diseñar los permisos de tal forma que obliguen a reducir la contaminación una cantidad fija todos los años.





Fuentes: Wikipedia, Economy WebBlog, otros blogs y paginas educativas y con relaciona a la economía.

lunes, 7 de abril de 2014

Resumen de Pequeños Soles en La Tierra (Redes)

Introducción: Los combustibles fósiles se agotarán en apenas un siglo y no nos conviene dejar que sigan liberando gases de efecto invernadero a la atmósfera durante más años. La humanidad se ve obligada ya a buscar y a hacer rentables otras formas de energía. Las más nueva y prometedora es la energía de fusión, la energía de las estrellas, la misma que produce el Sol y que alimenta la vida que conocemos.

Se le suele llamar tambien: La solución a nuestros problemas energéticos, el título puede parecer un poco pretencioso, pero la revolución que nos puede aportar la fusión nuclear supera con creces cualquier otra fuente de energía. Desde Tecmovia estamos muy concienciados con la ecología, la eficiencia energética, las fuentes de energía no contaminantes, movilidad eléctrica, etc. y la fusión nuclear encaja a la perfección en un futuro mundo dominado por los electrones.

Desde aquí vamos a romper una lanza en favor de una fuente de energía que suena mal debido a su hermana, la fisión nuclear, pero que poco tiene que ver con ella. Para muchos será quizá una fuente de energía desconocida, y aunque aun está en fase experimental los resultados son concluyentes. Vamos a dar un pequeño paseo por el mundo de la física para ver de qué se trata la fusión nuclear y cómo nos va a beneficiar a todos, aunque todavía queden entre 20 y 30 años para poder disfrutarla.

Desarrollo: La fusión nuclear consiste en lo contrario a la fisión nuclear , en unir dos átomos ligeros en uno más pesado. La principal ventaja es que no utiliza átomos que generen una radiación peligrosa, y el combustible que se necesita existe en todo el mundo, por lo que no habrá problemas de recursos naturales para producir electricidad. El combustible usado es el hidrógeno en forma de dos de sus isótopos, tritio y deuterio.
Al fusionar estos dos isótopos en el reactor nuclear obtenemos como resultado un átomo de helio, un neutrón y mucha energía. Como se puede apreciar, el combustible es barato y fácilmente accesible, y los productos son tan innocuos y limpios que harían palidecer a los paneles solares o los molinos de viento.

Pero este tipo de energía tiene algunos problemas e incógnitas: 
¿Y cómo es que si se conoce la fusión nuclear desde hace más de 50 años todavía no se haya desarrollado? Pues el principal problema es, como veremos a continuación, conseguir una fusión estable. No hay lobbys ocultos ni conspiraciones, en todo caso había poco empeño en gastarse el dinero en I+D cuando todavía había recursos fósiles baratos y fácilmente accesibles.
¿Por qué es un problema la tecnología? Bueno, cuando queremos conseguir una fusión nuclear estable lo que estamos haciendo es reproducir el medio que usan las mismísimas estrellas para mantenerse vivas. Esto en la práctica se traduce a que al realizar una fusión nuclear estable se generan unas cantidades de calor increibles, entre 100 y 200 millones de grados, en algunos casos mayores que el propio núcleo del Sol

Conclusión: En resumen. La fusión nuclear es una energía segura, limpia, barata e infinita en la práctica. Seguiremos teniendo los problemas actuales de autonomía con los coches eléctricos, pero si ya sale económico recargar el coche en vez de llenarlo con gasolina, imaginaos con una electricidad casi gratis a cualquier hora del día. Reducir el precio de la electricidad se repercutirá en una bajada de precios (o debería) de prácticamente cualquier producto, y no tener que luchar por recursos para asegurar un estilo de vida creará una mayor estabilidad.
No creo que por ello haya que desechar otras energías renovables, especialmente la energía hidráulica y la solar. Desarrollar unos paneles solares más eficientes puede permitirnos estar más tiempos separados de los enchufes y recargar las baterías gracias a nuestro Sol durante las escapadas, mientras que en casa lo haremos gracias al mini sol creado la tierra que la ciencia nos ha conseguido proporcionar.

jueves, 3 de abril de 2014

Carta Jefe Indio Noah Sealth



En el año 1854 el jefe indio Noah Sealth respondió de una forma muy especial a la propuesta del presidente Franklin Pierce para crear una reserva india y acabar con los enfrentamientos entre indios y blancos. Suponía el despojo de las tierras indias.

En el año 1855 se firmó el tratado de Point Elliot, con el que se consumaba el despojo de las tierras a los nativos indios. Noah Sealth, con su respuesta al presidente, creó el primer manifiesto en defensa del medio ambiente y la naturaleza que ha perdurado en el tiempo. El jefe indio murió el 7 de junio de 1866 a la edad de 80 años. Su memoria ha quedado en el tiempo y sus palabras continúan vigentes.